Es común en cada cambio de estación recoger la ropa que no se vaya a emplear y guardarla hasta que regrese de nuevo su período de uso.
El cambio de armario es un clásico en el paso de una estación a otra, lo que comunmente sucede dos veces al año: en primavera y en otoño.
El orden te ayudará a optimizar el espacio y tiempo cada día, además de aprovechar para poder seleccionar, lavar y buscar cómo darles un buen uso a las prendas que ya no te piensas poner… hacer una labor altruista y donarlas, por ejemplo.
Un hogar ordenado te dará armonía y tranquilidad, puesto que resulta desgastante estar buscando una prenda específica y no encontrarla… porque está mezclada entre otras, sobre las que tampoco tienes control.
Lo ideal es que mantengas un armario, closet o vestidor estéticamente agradable, que vayas renovando cada año, optimizando siempre los espacios.
Este tipo de tareas suelen ser pesadas, sobre todo si tienes cosas acumuladas que, con el paso, del tiempo vas olvidando su propósito… y hasta su existencia.
¡No te preocupes! todo es cuestión de que busques un tiempo libre y sigas estos sencillos consejos para que organizar tu armario en el cambio de estación, no resulte una “tarea de romanos”.
12 Tips que te ayudarán a la hora de organizar tu armario al inicio de una nueva temporada:
Encuentra espacio en tu agenda.
Depende del tamaño de tu vestidor, puede que te tome hasta un día entero la organización; pero una vez la tengas, te darás cuenta que vale la pena tu esfuerzo.- Separa las prendas que ya no usas.
Comienza a hacer una selección de toda la ropa que ya no te pones.
Aquí debes ser honesto contigo mismo, es normal que haya prendas que tienen un valor especial que no quieras “tirar”, pero si solo te sirven para ocupar espacio, es mejor que las dejes ir.
Puedes evaluar la condición de cada prenda y clasificarlas en tres partes: tirar, donar o revender. - Prepara para lavar, según lo consideres necesario.
Hay prendas que no requieren lavarse muy seguido, como los abrigos, bufandas o zapatos.
Por ello, un cambio de estación es el momento adecuado para lavar aquellas prendas que no vas a utilizar hasta que vuelva la siguiente temporada.
Todo lo que pienses guardar durante largo tiempo, debe estar limpio, para evitar que se impregnen malos olores, en las prendas y en tu armario. - Guarda en cajas o maletas las prendas de temporada anterior.
Hay piezas que pueden estar meses sin tocarse, así que toma en cuenta el consejo anterior para que, antes de guardar la ropa que no vayas a necesitar, al volver a sacarla se encuentre disponible.
Luego las puedes depositar en cajas de plástico o maletas. - Limpia el armario y perfúmalo.
Aprovecha que el armario está libre para limpiar y quitar todo el polvo acumulado. Además, perfuma tu armario con jabones o esencias naturales, será una sensación de lo más agradable cada vez que lo abras. - Elige lo que vas a llevar en la siguiente temporada.
Hay prendas que son atemporales, ya que puedes usarlas cuando haga frío y calor. Por ello, elige las que vas a utilizar como básicas y aparta las que no. - Haz un esquema en papel de cómo te imaginas la organización de tu armario.
Ahora que tienes la temporada anterior bien guardada, puedes organizarte. Haz un boceto de tu armario y elige dónde quieres colocar cada parte de tu guardarropa. - Clasifica por categorías.
Abre espacio en tu habitación y divide las prendas en categorías de: camisas, jerseys, faldas, pantalones, bolsos, etc.
- Coloca la ropa en función de tu esquema.
Los cajones siempre son aliados para guardar prendas de menor tamaño como camisetas, medias, calcetines, ropa interior, pijamas o cinturones. - Coloca en ganchos o perchas lo que va colgado.
Destina la parte del armario de mayor longitud a colgar prendas largas como vestidos, pantalones o chaquetas. - Organiza los accesorios.
Puedes comprar clasificadores, ya sean para colgar en la barra o para cajones, que te permitan ordenar de forma correcta tus accesorios y bolsos. - Limpia y ordena el calzado.
Organiza los espacios según el tipo de uso que se le vaya a dar. No todo el calzado es empleado de la misma manera durante el año; por eso, deja más visible aquel que pueda ser más útil y guarda en sus cajas los zapatos que menos practicidad tengan (por ejemplo los formales, reservados para los grandes eventos).
Tu guardarropa es lo que más habla de ti. Optimiza su uso… ¡y luce tu mejor versión todos los días!